miércoles, 11 de junio de 2014

Un nuevo apagón eléctrico deja sin energía eléctrica a gran parte de Venezuela

Por Marta Jiménez Gentil

Venezuela,  cumpliendo con viejas costumbres que ya se remontan a 2009, volvió a tener el pasado lunes problemas con su sistema eléctrico en cuatro estados del país dejando también sin luz a la capital.
Los problemas eléctricos provocan que ya no sea tan raro oír que la comida se echa a perder, los electrodomésticos están dañados por los cambios de tensión o que la luz está tan baja que si los problemas eléctricos llegan en meses cálidos el calor abrasa sin posibilidad de tener un aire acondicionado que cumpla su function.
Estos problemas ya son el día a día de unos venezolanos que entre cansados y acostumbrados salen a la calle a protestar a ruido de cacerola  mientras el gobierno y la oposición no llegan a un acuerdo sobre cómo solucionar el déficit eléctrico.
Según Nicolás Maduro y su equipo el racionamiento de energía eléctrica es la mejor opción para acabar con los problemas. La oposición mientras critica que Chávez, y ahora su sucesor, no hayan sido capaces de invertir y mantener las centrales eléctricas en buen estado y sustentar la actividad económica del país.
En este caso el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro,, que también se vio afectado por el apagón y tuvo que suspender un acto en el palacio de gobierno, calificó de “sabotaje” el fallo eléctrico y la ministra de Información, Delcy Rodriguez, informó que el servicio “se estaba restableciendo progresivamente”.
En su cuenta de twitter Nicolás Maduro definió el problema energético como un “extraño apagón” y pidió al pueblo que estuviera a “alerta”, a pesar que hace tan sólo unos meses, el pasado septiembre,  más de la mitad del país sufrió un apagón que, según explicó, también formaba parte de un complot del cual no proporcionó más detalles.
Mientras los ciudadanos impotentes salen a la calle a protestar y aclamar una mejora del sistema eléctrico, Nicolás Maduro prefiere hablar de conspiraciones de “burgueses acomodados” y mandar a militares a instalaciones eléctricas para reforzar la seguridad.
La severa sequía que ya asoló en 2010 el país ya hizo evidente el mal estado en el que se encontraban las plantas eléctricas de Venezuela, tres años después los problemas están tan vivos como siempre.
Las elecciones municipales en Caracas, un nuevo apagón y el hartazgo de los venezolanos con el sistema eléctrico puede convertirse en un arma política esencial con la que ninguno quiere perder votos.
Fuerzas armadas en centrales eléctricas, saboteos, restricciones y dependencia energética, gran parte de la capital venezolana bajo las tinieblas. Cualquiera diría que no hablamos de una guerra. 
Energías en Venezuela en el año 2009, momento en el que comienza la crisis eléctrica

viernes, 14 de marzo de 2014

La explosión de gas ilustra el mal estado de las infraestructuras en N.York


Marta Jiménez Gentil
La explosión de gas que ha costado la vida al menos a ocho personas en el Barrio Latino de Harlem ha puesto de relieve el mal estado de las infraestructuras, muchas de ellas centenarias, en la ciudad de Nueva York.
Un 15 por ciento de las tuberías principales de agua con más de cien años, 47 puentes con graves problemas estructurales, un 30 por ciento de carreteras en mal estado... Bienvenido a Nueva York.
Justo antes de la explosión del miércoles pasado, el laboratorio de ideas The Center for an Urban Future publicó un informe en el que se alertaba sobre el mal estado de las infraestructuras de la ciudad, que requieren una inversión calculada en 47.000 millones de dólares.
"La mayor parte" de las tuberías, carreteras, puentes, pasos subterráneos y edificios públicos superan los cincuenta años de edad, lo que los hace susceptibles de romperse o sufrir averías, señalaba el informe.
"Aunque es imposible hacer un desembolso tan grande de inmediato, Nueva York debe planteárselo a largo plazo y encontrar fuentes de financiación para hacerlo", destacó a Efe Adam Forman, uno de los responsables de ese centro de análisis.
Las infraestructuras de gas tienen, como media, más de 56 años, las de agua 69 y las de alcantarillas 84, informó el estudio.
Además, más de 1.000 kilómetros de la red de agua superan los cien años, como ocurre con 160 puentes centenarios de la ciudad, de los cuales 47 se encuentran en estado crítico.
En el sistema de metro, cuyas primeras líneas datan de 1904, muchos talleres e instalaciones tienen más de 90 años.
Aunque no se sabe con exactitud la edad de las tuberías del bloque que explotaron el pasado miércoles, la mayor parte de las líneas de gas del Barrio Latino de Harlem fue realizada con hierro fundido en 1887, hace 127 años.
"Si las infraestructuras no están en buen estado se puede llegar a situaciones extremas como la de la explosión de gas en el este de Harlem", subrayó Forman.
Por ello, considera esencial "priorizar", saber qué es lo importante, y si no hay tanto presupuesto primar la reparación de viejas infraestructuras en lugar de construirlas nuevas.
Aunque el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg invirtió mucho dinero durante su administración, no rehabilitó las infraestructuras dañadas y en su lugar las hizo nuevas, explicó Forman.
Además, con el huracán Sandy hubo un gran desembolso de dinero en las zonas afectadas, debido a la necesidad que exigía esa situación extrema, por lo que las infraestructuras en mal estado pasaron a un segundo plano, apuntó el experto.
"Cuando se pierden vidas, como pasó con los vecinos del Barrio, nos damos cuenta de que mantener las infraestructuras en buen estado es una gran responsabilidad", subrayó hoy a Efe el concejal Ydanis Rodríguez, nacido en República Dominicana y presidente del Comité de Transportes del Concejo Municipal.
Independientemente de la causa de la explosión, la tragedia ha puesto de relieve la importancia de mejorar muchas de las centenarias infraestructuras.
"Es necesario" que se consigan los 47.000 millones de dólares, destacó el concejal sobre el informe de The Center for Urban Future, elaborado a partir de información no centralizada del gobierno federal y del estado de Nueva York.
Rodríguez anunció que propondrá una legislación municipal que obligue a todas las agencias de la ciudad a centralizar la situación de las infraestructuras y sus necesidades más urgentes en un informe conjunto.
"Independientemente de las causas de la explosión, que aún se desconocen, no puede permitirse que haya instalaciones de gas, agua, túneles y puentes que, en algunos casos, cumplan más cien años de edad", insistió.

jueves, 16 de enero de 2014

Los medios españoles no tienen periodistas en Mali que informen sobre el conflicto y sólo cuentan con agencias y freelances,sin respaldo ni salario fijo

Marta Jiménez Gentil

Desde que el conflicto en Malí se convirtió en un asunto internacional el pasado 11 de enero, momento en que las tropas francesas acudieron al país para luchar contra los grupos fundamentalistas islamistas del norte, ningún corresponsal extranjero ha cubierto el conflicto en el país para ningún medio español.
Periodismo de guerra. Fuente: BBC

Aunque muchos medios de comunicación españoles han publicado información sobre el conflicto, estas noticias no están escritas por sus propios periodistas sino por agencias de noticias internacionales o periodistas freelance que van al país bajo su propio riesgo.
Tal y como se puede apreciar en este caso, si los medios de comunicación españoles no pagan salarios fijos y estables a los periodistas que cubren conflictos internacionales, la información que provén los freelance se convierte en la única posibilidad.
“A la hora de informar sobre Malí la Agencia EFE sólo cuenta con un freelance. Él es un local maliense que trabaja para nosotros y que recibe más o menos dinero dependiendo del número de piezas informativas que escriba”, explicó Alfonso Báuluz, el editor de noticias de la zona este de África en la Agencia EFE.
Sin embargo, apuntó Jorge Fuentelsaz, el delegado de la delegación de Argelia en EFE, en la mayoría de los conflictos internacionales las agencias y los medios de comunicación no suelen contar con periodistas freelance locales de la zona del conflicto sino con freelances de origen español.
El problema ante esta situación es que la información que llega sobre conflictos internacionales muchas veces está construida por personas que no conocen tan bien como un local la cultura que describen por lo que pueden omitir o malinterpretar gran parte de la realidad.
Además, otro problema en la cobertura de los conflictos internacionales, explicó el periodista de TVE Oscar Mijallo, es la inseguridad a la que se enfrentan los periodistas freelance.
“Como no tienen un contrato mensual muchas veces no pueden invertir en el material de seguridad necesario y acaban trabajando bajo condiciones precarias que pueden poner en riesgo su propia vida”, apuntó Mijallo.
Este problema, que antes podía ser algo anecdótico, en la actualidad, debido a la crisis que viven los medios en particular y la economía del país en general, provoca que cada vez más periodistas freelance vayan a lugares conflictivos sin tomar las precauciones mínimas necesarias.
Además, otras veces, los medios de comunicación simplemente aprovechan el trabajo que hacen las agencias de noticias y transmiten sin contrastar ni investigar la información.
El problema de esto, destacó Nicolás Castellano, es que los medios se olvidan que el periodismo no consiste en quedarse sentado en frente del ordenador cortando y pegando información sino en presenciar el conflicto en el lugar en el que ocurre y sentir lo que otros sienten.
Debido a que en Mali el número de freelances es reducido, muchos periodistas cubren el conflicto desde su propia sala de redacción, como ocurre en el caso de ABC donde la mayoría de las noticias están hechas desde España por Luis de Vega, excorresponsal en Marruecos y periodista experto en la región africana del Sahel.
Tal y como apuntó Gonzalo Wancha, freelance en Mali que trabaja para el canal mexicano Televisa, el canal iraní HISPAN TV, Rusia Today y RFI, un gran problema es que los periodistas reciban más o menos dinero dependiendo del número de piezas que publican.
Aunque en un principio pueda parecer un criterio lógico que los periodistas freelance cobren en función a lo que producen eso sólo va en contra de la calidad periodística al hacer que el sensacionalismo deje de ser una elección personal para convertirse en algo necesario para la supervivencia económica.
“¿Qué necesitamos para que la guerra se cubra bien? ¿A lo mejor un futbolista en medio del conflicto? ¿O sería mejor que rapten a españoles para conseguir la atención de los medios”, se preguntó el periodista Gonzalo Wancha.
Las noticias internacionales muchas veces no se consideran lo suficientemente interesantes. Como explicó el periodista Gonzalo Wancha, él se dio cuenta de la poca importancia que se le da a la información internacional cuando hace años tuvo que hacer un reportaje sobre el ataque terrorista perpetrado por Al Qaeda en Café Argana en 2011, en Marrakech.
Mientras esperaba para retransmitir en directo sobre el atentado, el editor del medio de televisión para el que trabajaba le dijo en el último momento que no había hueco en el telediario para su información porque Jose Mourinho, el que en aquel momento era entrenador del Real Madrid, había hecho unas declaraciones de fútbol.
Más de quince personas murieron en el ataque. Sin embargo, en ese telediario parecía más importante lo que había dicho el entrenador del Real Madrid.

viernes, 10 de enero de 2014

Un nuevo apagón eléctrico deja sin energía eléctrica a gran parte de Venezuela

Marta Jiménez Gentil

Venezuela,  cumpliendo con viejas costumbres que ya se remontan a 2009, volvió a tener el pasado lunes problemas con su sistema eléctrico en cuatro estados del país dejando también sin luz a la capital. 

Americalatina.com, portal griego para conocer Latinoamérica

Los problemas eléctricos provocan que ya no sea tan raro oír que la comida se echa a perder, que los electrodomésticos están dañados por los cambios de tensión o que la luz está tan baja que si los problemas eléctricos llegan en meses cálidos el calor abrasa sin posibilidad de tener un aire acondicionado que cumpla su función.
Estos problemas ya son el día a día de unos venezolanos que entre cansados y acostumbrados salen a la calle a protestar a ruido de cacerola  mientras el gobierno y la oposición no llegan a un acuerdo sobre cómo solucionar el déficit eléctrico.
Según el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y su equipo el racionamiento de energía eléctrica es la mejor opción para acabar con los problemas. La oposición mientras critica que el expresidente Chávez, y ahora su sucesor, no hayan sido capaces de invertir y mantener las centrales eléctricas en buen estado y sustentar la actividad económica del país.
En este caso el presidente de Venezuela,  que también se vio afectado por el apagón y tuvo que suspender un acto en el palacio de gobierno, calificó de “sabotaje” el fallo eléctrico y la ministra de Información, Delcy Rodriguez, informó que el servicio “se estaba restableciendo progresivamente”.
Energías en Venezuela en el año 2009, momento en el que comienza la crisis eléctrica
En su cuenta de twitter Nicolás Maduro definió el problema energético como un “extraño apagón” y pidió al pueblo que estuviera a “alerta”, a pesar que hace tan sólo unos meses, el pasado septiembre,  más de la mitad del país sufrió un apagón que, según explicó, también formaba parte de un complot del cual no proporcionó más detalles.
Mientras los ciudadanos impotentes salen a la calle a protestar y aclamar una mejora del sistema eléctrico, Nicolás Maduro prefiere hablar de conspiraciones de “burgueses acomodados” y mandar a militares a instalaciones eléctricas para reforzar la seguridad.
La severa sequía que ya asoló en 2010 el país ya hizo evidente el mal estado en el que se encontraban las plantas eléctricas de Venezuela, tres años después los problemas están tan vivos como siempre.
Las elecciones municipales en Caracas, un nuevo apagón y el hartazgo de los venezolanos con el sistema eléctrico se ha convertirdo en un arma política esencial en la que ninguno quiere perder votos.
Fuerzas armadas en centrales eléctricas, saboteos, restricciones y dependencia energética, gran parte de la capital venezolana bajo las tinieblas. Cualquiera diría que no hablamos de una guerra.