viernes, 14 de marzo de 2014

La explosión de gas ilustra el mal estado de las infraestructuras en N.York


Marta Jiménez Gentil
La explosión de gas que ha costado la vida al menos a ocho personas en el Barrio Latino de Harlem ha puesto de relieve el mal estado de las infraestructuras, muchas de ellas centenarias, en la ciudad de Nueva York.
Un 15 por ciento de las tuberías principales de agua con más de cien años, 47 puentes con graves problemas estructurales, un 30 por ciento de carreteras en mal estado... Bienvenido a Nueva York.
Justo antes de la explosión del miércoles pasado, el laboratorio de ideas The Center for an Urban Future publicó un informe en el que se alertaba sobre el mal estado de las infraestructuras de la ciudad, que requieren una inversión calculada en 47.000 millones de dólares.
"La mayor parte" de las tuberías, carreteras, puentes, pasos subterráneos y edificios públicos superan los cincuenta años de edad, lo que los hace susceptibles de romperse o sufrir averías, señalaba el informe.
"Aunque es imposible hacer un desembolso tan grande de inmediato, Nueva York debe planteárselo a largo plazo y encontrar fuentes de financiación para hacerlo", destacó a Efe Adam Forman, uno de los responsables de ese centro de análisis.
Las infraestructuras de gas tienen, como media, más de 56 años, las de agua 69 y las de alcantarillas 84, informó el estudio.
Además, más de 1.000 kilómetros de la red de agua superan los cien años, como ocurre con 160 puentes centenarios de la ciudad, de los cuales 47 se encuentran en estado crítico.
En el sistema de metro, cuyas primeras líneas datan de 1904, muchos talleres e instalaciones tienen más de 90 años.
Aunque no se sabe con exactitud la edad de las tuberías del bloque que explotaron el pasado miércoles, la mayor parte de las líneas de gas del Barrio Latino de Harlem fue realizada con hierro fundido en 1887, hace 127 años.
"Si las infraestructuras no están en buen estado se puede llegar a situaciones extremas como la de la explosión de gas en el este de Harlem", subrayó Forman.
Por ello, considera esencial "priorizar", saber qué es lo importante, y si no hay tanto presupuesto primar la reparación de viejas infraestructuras en lugar de construirlas nuevas.
Aunque el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg invirtió mucho dinero durante su administración, no rehabilitó las infraestructuras dañadas y en su lugar las hizo nuevas, explicó Forman.
Además, con el huracán Sandy hubo un gran desembolso de dinero en las zonas afectadas, debido a la necesidad que exigía esa situación extrema, por lo que las infraestructuras en mal estado pasaron a un segundo plano, apuntó el experto.
"Cuando se pierden vidas, como pasó con los vecinos del Barrio, nos damos cuenta de que mantener las infraestructuras en buen estado es una gran responsabilidad", subrayó hoy a Efe el concejal Ydanis Rodríguez, nacido en República Dominicana y presidente del Comité de Transportes del Concejo Municipal.
Independientemente de la causa de la explosión, la tragedia ha puesto de relieve la importancia de mejorar muchas de las centenarias infraestructuras.
"Es necesario" que se consigan los 47.000 millones de dólares, destacó el concejal sobre el informe de The Center for Urban Future, elaborado a partir de información no centralizada del gobierno federal y del estado de Nueva York.
Rodríguez anunció que propondrá una legislación municipal que obligue a todas las agencias de la ciudad a centralizar la situación de las infraestructuras y sus necesidades más urgentes en un informe conjunto.
"Independientemente de las causas de la explosión, que aún se desconocen, no puede permitirse que haya instalaciones de gas, agua, túneles y puentes que, en algunos casos, cumplan más cien años de edad", insistió.