Venezuela, cumpliendo con viejas costumbres que ya se remontan a 2009, volvió a tener el pasado lunes problemas con su sistema eléctrico en cuatro estados del país dejando también sin luz a la capital.
Los problemas eléctricos provocan que ya no sea tan raro oír que la comida se echa a perder, los electrodomésticos están dañados por los cambios de tensión o que la luz está tan baja que si los problemas eléctricos llegan en meses cálidos el calor abrasa sin posibilidad de tener un aire acondicionado que cumpla su function.
Estos problemas ya son el día a día de unos venezolanos que entre cansados y acostumbrados salen a la calle a protestar a ruido de cacerola mientras el gobierno y la oposición no llegan a un acuerdo sobre cómo solucionar el déficit eléctrico.
Según Nicolás Maduro y su equipo el racionamiento de energía eléctrica es la mejor opción para acabar con los problemas. La oposición mientras critica que Chávez, y ahora su sucesor, no hayan sido capaces de invertir y mantener las centrales eléctricas en buen estado y sustentar la actividad económica del país.
En este caso el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro,, que también se vio afectado por el apagón y tuvo que suspender un acto en el palacio de gobierno, calificó de “sabotaje” el fallo eléctrico y la ministra de Información, Delcy Rodriguez, informó que el servicio “se estaba restableciendo progresivamente”.
En su cuenta de twitter Nicolás Maduro definió el problema energético como un “extraño apagón” y pidió al pueblo que estuviera a “alerta”, a pesar que hace tan sólo unos meses, el pasado septiembre, más de la mitad del país sufrió un apagón que, según explicó, también formaba parte de un complot del cual no proporcionó más detalles.
Mientras los ciudadanos impotentes salen a la calle a protestar y aclamar una mejora del sistema eléctrico, Nicolás Maduro prefiere hablar de conspiraciones de “burgueses acomodados” y mandar a militares a instalaciones eléctricas para reforzar la seguridad.
La severa sequía que ya asoló en 2010 el país ya hizo evidente el mal estado en el que se encontraban las plantas eléctricas de Venezuela, tres años después los problemas están tan vivos como siempre.
Las elecciones municipales en Caracas, un nuevo apagón y el hartazgo de los venezolanos con el sistema eléctrico puede convertirse en un arma política esencial con la que ninguno quiere perder votos.
Fuerzas armadas en centrales eléctricas, saboteos, restricciones y dependencia energética, gran parte de la capital venezolana bajo las tinieblas. Cualquiera diría que no hablamos de una guerra.
Energías en Venezuela en el año 2009, momento en el que comienza la crisis eléctrica |